Notas del Tearista
Desde el rincón más fresco de la barra natural, recomiendo servir este elixir bien frío, en copa ancha o vaso de boca abierta, adornado con una rodaja de kiwi o una fresa cortada en abanico. Para una versión aún más poderosa, deja reposar el jugo unos minutos antes de tomarlo. El agua de coco hará lo suyo, pero es el jengibre el que despertará el alma. Una bebida para brindar por los años vividos y los que aún vendrán.