Colada de avena y naranjilla
La colada de avena y naranjilla es una bebida tradicional andina que combina frescura y nutrición. Fácil de preparar, ofrece beneficios digestivos e inmunológicos. Con un trasfondo cultural profundo, esta receta se adapta fácilmente y sigue siendo muy valorada por su sabor y naturalidad.
Equipment
- tabla de corte de madera
- Olla de acero inoxidable
- jarra de cristal
- Colador de malla metálica
Ingredientes
- 200 gr de avena cruda
- 250 ml de agua para remojar
- 1½ ltr agua purificada
- 4 pza canela en raja
- 6 pza naranjillas enteras
- 175 gr piloncillo en panera
Elaboración paso a paso
- Remojar la avena cruda con una taza de agua;
- Cortar las naranjillas por la mitad y extraer la pulpa;
- Licuar la pulpa con un poco de agua hasta que se haga puré y colar esta mezcla;
- En una olla hervir 1.2 litros de agua, la mitad del puré, los palitos de canela y el piloncillo, soltando el hervor reducir la temperatura y cocinar a fuego lento durante unos 15 minutos;
- Retirar del fuego y retirar los palitos de canela;
- Licuar 500 ml del líquido caliente con la avena remojada y con el resto del puré o la pulpa de naranjilla;
- Cernir la mezcla licuada de avena. Luego se combinar con el resto del concentrado de naranjilla;
- Hervir por 5 minutos a fuego medio, revolviendo de vez en cuando. Dejar hervir hasta que espese e integre el piloncillo;
- Servir la colada de avena caliente o fría con hielo.
En lugar de la naranjilla (lulo), se puede preparar con jugo de naranja, con piña, con maracuyá, con fresas o moras, o con una mezcla de las frutas que usted prefiera.
Notas
🫖 Notas del Beviander sobre la Colada de avena y naranjilla
“Esta colada es mi aliada en días calurosos o cuando quiero algo revitalizante. Recomiendo usar avena cocida lentamente y naranjilla bien madura. Si puedes, sirve en vasijas de barro para acentuar el toque andino. Para mí, esta receta es un abrazo nutritivo de la montaña.”
“Esta colada es mi aliada en días calurosos o cuando quiero algo revitalizante. Recomiendo usar avena cocida lentamente y naranjilla bien madura. Si puedes, sirve en vasijas de barro para acentuar el toque andino. Para mí, esta receta es un abrazo nutritivo de la montaña.”